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La Junta lleva las pérgolas de la Expo a un lugar vallado para evitar los robos

Diario de Sevilla | Domingo, 15 de Junio de 2008, 20:56:21

La Dirección de Patrimonio ordenó trasladar esta semana las estructuras al parking de camiones junto al río · La Policía Local alertó del hurto a finales de mayo y el Parque del Alamillo puso dos denuncias

La Junta de Andalucía ha puesto a buen recaudo las pérgolas de la Expo 92 para acabar con el saqueo sufrido por los tubos de acero en las últimas semanas. Por orden de la Dirección General de Patrimonio de la Junta de Andalucía, el organismo competente en su mantenimiento y custodia, las pérgolas se empezaron a trasladar con grúas desde el pasado miércoles -cinco días después de la denuncia de este periódico- al aparcamiento de camiones de la isla de la Cartuja, un recinto vallado y con actividad diaria por parte de las autoescuelas (que lo usan para prácticas de maniobras) y de los transportistas.

En declaraciones a este periódico, fuentes de Patrimonio admitieron que hasta ahora las pérgolas -quedan 75 según sus cálculos- no tenían vigilancia porque estaban al aire libre (apiladas junto al apeadero de la Cartuja) y que se tuvo constancia de los robos a finales de mayo cuando el director del Parque del Alamillo interpuso dos denuncias policiales sobre estos hechos. Respecto al uso de estas estructuras, Patrimonio afirma que la mayor parte de ellas se reutilizarán en el futuro Parque Fluvial de la bancada del río y las restantes en la Cartuja y en el Alamillo. Ninguna, en cualquier caso, en las aceras de la capital "porque son muy estrechas". En realidad, los agentes locales fueron los primeros que comunicaron al Alamillo los robos de estructuras a finales de mayo pasado. Según ha podido saber este periódico, la Policía Local de Sevilla sabía que estaban sufriendo el robo de los tubos de acero por parte de familias gitanas rumanas en la bancada del río, aunque en ese momento el número de personas que se llevaban el material era reducido. Fue entonces cuando la dirección del Parque del Alamillo interpuso las dos denuncias sobre estas sustracciones en las dependencias de la Policía Local y de la Policía Autonómica una semana antes de que el saqueo fuera denunciado por este periódico (el pasado 7 de junio). La entidad que gestiona el Alamillo puso las denuncias pese a que ya no tiene las competencias del mantenimiento y custodia de las pérgolas de la Expo; las tuvo durante quince años sin que sucedieran incidentes de este tipo. Antes de las denuncias policiales, el personal del Parque del Alamillo acudió a la bancada de la Expo para tratar de persuadir en varias ocasiones a las familias rumanas asentadas junto al río de que respetaran el material apilado y dejaran de cortarlo con seguetas porque pertenecían a la Junta de Andalucía. En vista de que los avisos no surtieron efecto alguno, se optó por interponer las denuncias policiales. Este trámite sirvió para que el Ayuntamiento actuara de nuevo sobre esta zona, pese a que ya lo había hecho entre el 9 y el 21 de mayo. El mismo fin de semana que este periódico denunció el robo de pérgolas, el Ayuntamiento de Sevilla desmanteló seis asentamientos, uno de ellos en la zona de la bancada del río donde los rumanos gitanos se dedicaban a sustraer el acero, y el resto en distintos puntos: entorno del Charco de la Pava, Triana, los Bermejales y Sevilla Este. El operativo municipal retiró unos 5.000 kilogramos de basura. El problema de los asentamientos rumanos de la capital es que tan pronto como la Policía Local los retira, vuelven a surgir con tiendas de campaña tipo iglú. El Consistorio sostiene que no puede hacer nada más porque se trata de ciudadanos europeos, según han confirmado fuentes municipales. De hecho, entre el 9 y el 21 de mayo, el Ayuntamiento ya desmanteló hasta 12 asentamientos nómadas en la Cartuja y la Barqueta con 70.000 kilos de basura, y el 7 y 8 de junio tuvo volvió y se encontró de nuevo varias decenas de tiendas de campaña tipo iglú. La solución de los asentamientos de gitanos rumanos, pues, no es policial.

A. S. Ameneiro

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