Expo92.es: Web para una exposición universal

Diario de Sevilla Juan Luis Pavón

En la web www.expo92.es , a la que se vinculan personas que trabajaron a fondo en la Muestra Universal, sugieren a modo de encuesta la siguiente pregunta: ¿Dónde colocarías el Pabellón de Hungría? Aún no ha votado mucha gente, pero la mayoría se decanta por conservarlo en su emplazamiento original, mientras que un grupo aboga por situarlo dentro del Parque del Alamillo. Esta última opción (eso sí, estudiando muy bien el emplazamiento, en los terrenos actuales o en los de la ampliación del parque) me parece una estupenda idea para salvar el regalo arquitectónico que la nación magiar legó gratis a Sevilla, una joya de la construcción en madera, y que esta ciudad tan presta a destruir ha condenado a la piqueta. Podría ser nuestro Abu Simbel a escala pequeña.

Este caso comparte el desdén con el que la ciudad se mal trata a sí misma en los enclaves

más tradicionales. En la isla de la Cartuja no sólo es patrimonio histórico el monasterio de Santa María de las Cuevas. En modo alguno es digno de ser conservado todo lo que se erigió hace 15 años, en muchos casos con carácter efímero. Pero de ahí al otro extremo (desprotegerlo todo una vez descubierto su valor) va un abismo de insensibilidad. Sobre todo cuando el argumento para derribar el Pabellón de Hungría es que hace falta más sitio en Cartuja 93 para la implantación de empresas. Menos mal que el Colegio de Arquitectos se quedó con el de Finlandia, por citar un ejemplo que puede salir hoy a colación en la presentación, en el Alcázar, de las Páginas de arquitectura de Sevilla escritas por José Ramón Moreno y Félix de la Iglesia.

Si les parece extraña la idea de cambiar un edificio de sitio, vean en Gijón el que fue Pabellón de Asturias en la Expo, trasladado allí dos años después. Ahora forma parte del Museo Etnográfico del Pueblo de Asturias. Actrualmente acoge una exposición sobre la vida domestica en Asturias.

Curiosa habilidad la de Sevilla para despreciar y destruir el patrimonio que le conceden quienes se ilusionan con ella.