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El Jardín Americano sigue cerrado aunque hay dinero para su recuperación

ABC | Domingo, 28 de Enero de 2007, 12:10:06

Los okupas han quemado maderas del invernadero para calentarse

El abandono del Jardín Americano
continúa en aumento.
MILLÁN HERCE

El Jardín Americano, calificado por los entendidos en botánica como «auténtica joya» de la Exposición Universal de 1992, sigue agonizando en el mismo espacio donde se creó para la la muestra de hace casi quince años, cerca de donde se va a construir la torre de César Pelli, y prácticamente en paralelo de donde hasta hace menos de una semana estaban los cables inservibles del desaparecido Telecabina.

En su historia, el Jardín Americano tiene no sólo el haber dado cabida a 619 especies procedentes de 21 países americanos, ni el cúmulo de críticas que su continuo abandono ha recibido. También constan en sus anales, informes sobre su valía y lamentos por su pésima conservación achacable, según los entendidos, a la desidia de las administraciones. Convenios y anuncios Esas quejas llegaron a ser tan continuas que las administraciones implicadas, que son todas, decidieron tomar cartas en el asunto. Su intervención se ha quedado en convenios y anuncios que han tenido como fruto el que el jardín continúe sin poderse disfrutar, aunque en ocasiones un canddado abierto permite que cualquiera que lo intente pueda acceder al mismo y disfrutar de lo poco que queda de él. Así lo ha entendido un grupo de okupas que hace ya algunas semanas que han trasladado sus enseres a ese espacio verde y que, según Jacinto Martínez, presidente de la Asociación Amigos de los Jardines de la Oliva, han cogido para resguardarse del frío algunas maderas. Martínez ha especificado que esas maderas para fogatas son del que fuera invernadero del Jardín Americano. Mientras, el Ayuntamiento lleva años -lo hizo en 2004 y 2005- en los que periódicamente anuncia que se va a «poner en uso» o, lo que es lo mismo, que se va a poder utilizar. Sin embargo, esos anuncios han sido, como en reiteradas ocasiones ha denunciado la oposición, «auténticos brindis al sol». Los meses han ido pasando, el abandono de ese espacio verde ha ido en aumento y Sevilla se ha ido olvidando poco a poco de aquella joya de la Expo, otro de los legados de la muestra a la ciudad que no fue «construcción efímera» pero que ha va camino de convertirse en otro monumento a la desidia. Hay dinero Hoy por hoy la realidad del Jardín Americano es tan triste como la de la mayoría de los espacios que conformaron la Expo: jaramagos, matojos, suciedad, baches, poca iluminación, accesos deficientes y dejadez se han adueñado del recinto. Sin embargo, y en contra de lo que suceden con otros espacios de la ciudad, el abandono del Jardín Americano no se debe a la falta de dinero. Esa zona verde tiene parte del coste de su rehabilitación cubierta. No en vano, meses después de que la Expo se clausurara, el Ayuntamiento, la Junta, Agesa (ente que gestiona los activos de la muestra universal) y Patrimonio del Estado, firmaron un convenio para la adaptación de los espacios y los usos futuros de los terrenos de la Cartuja. En diciembre de 2002, el Gobierno central, la Junta y el Ayuntamiento llegaron a suscribir un acuerdo por el que Agesa invertiría el remanente que faltaba por gastar de los convenios suscritos en el verano de 1993 por las tres administraciones en la adaptación del recinto a sus usos futuros. Precisamente en ese acuerdo se establecía que se destinarían 240.404 euros al Jardín Americano. También se acordó entonces que el proyecto correría a cargo de la Gerencia de Urbanismo y del Servicio de Parques y Jardines. Tuvo que pasar más de un año y medio hasta que Urbanismo adjudicó las obras del proyecto de recuperación del alumbrado público, cerramientos y pavimentación. En principio aquellas obras iban a tener un plazo de ejecución de un mes y consistirían, fundamentalmente, en la sustitución de las farolas que se instalaron para la Expo. La cantidad de más de 200.000 euros era, según los entendidos, claramente insuficiente para los trabajos que requiere la recuperación del Jardín Americano que ya podría rondar los seis millones de euros. De todas formas, esa cifra, según ha podido saber ABC, está disponible y a la espera de que el Ayuntamiento diga que es lo que quiere hacer con el Jardín Americano. El Ayuntamiento, mientras tanto, y desde entonce, se ha limitado a anunciar con cierta periodicidad, la inminente apertura de ese espacio o del comienzo de las obras. La última vez fue el pasado viernes día 26 cuando fuentes municipales anunciaron que el Ayuntamiento está «a punto» de adjudicar las obras que permitirán remozar y recuperar el Jardín Americano. Dichas fuentes no especificaron por qué la apertura se ha ido retrasando año atrás año y achacaron la demora a «problemas imprevistos» después de recordar que la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir también es competente en el asunto. Siempre a final de año Fue a finales de junio de 2004, cuando se cumplían doce años de su inauguración, cuando el delegado municipal de Vía Pública, Manuel Gómez Lobo, anunció que el Jardín Americano iba a volver a abrir sus puertas. Entonces, el concejal socialista expresaba su confianza en que el jardín estuviera listo para su uso a finales de año una vez que fuera recuperado como espacio público y después de haber sido remozado. No fue en 2004, ni en 2005, ni en 2006. Durante los últimos meses la actividad en el jardín se ha limitado a tareas de limpieza de vegetación por parte de cuadrillas de pocos efectivos. Sobre el suelo quedan los restos de una lenta y ya poco efectiva poda de hojas secas y rastrojos. El servicio de Parques y Jardines ha llegado a reconocer que el deterioro visible que sufre el Jardín Americano se debe a una conservación deficiente, pero, de momento, la recuperación de ese espacio parece haberse eternizado.

M.J.C.

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